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09/12/2025
La Justicia de Tucumán investiga por qué y cómo murió Graciela Margarita Pariente, una interna de 44 años del Complejo Penitenciario de Delfín Gallo, quien falleció el viernes a la madrugada tras sufrir un infarto agudo de miocardio, en medio de denuncias de falta de atención médica y versiones contrapuestas entre las reclusas y el Servicio Penitenciario.
Pariente cumplía una condena de seis años y seis meses dictada en 2023 por abandono de persona agravado, luego de la muerte de un bebé de 10 meses que estaba bajo su cuidado. Tras un año y medio detenida en la comisaría 1° por falta de cupos, fue trasladada recién en diciembre de 2024 al penal de Delfín Gallo.
Familiares y compañeras de celda afirmaron que la interna había pedido ayuda desde el martes, que el jueves por la noche su estado empeoró, y que nadie respondió a sus llamados, incluso cuando habría gritado pidiendo auxilio entre las 00.30 y la 1 de la madrugada. Según esos relatos, Pariente murió dentro del penal y fue retirada “en una sábana” por falta de camilla.
Las reclusas también informaron la situación al Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT). Su comisionado en Tucumán, Fernando Korstanje, calificó el caso como grave: “Esta muerte cae fuertemente dentro de la responsabilidad del Estado. Los presos tienen derecho a ser atendidos igual que cualquier persona”.
El Servicio Penitenciario negó que hubiera abandono y afirmó que Pariente sí recibió atención médica y su medicación habitual. El subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Sebastián Tula, sostuvo que la mujer no murió en el penal, sino en el Hospital Eva Perón, donde ingresó tras maniobras de RCP realizadas en el traslado.
Tula agregó que Pariente había sido atendida el lunes 1 de diciembre por una endocrinóloga en el Hospital Padilla y que no consta que luego haya pedido asistencia. Dijo que el personal fue alertado entre la 1 y las 1.15 y que actuó de inmediato.
Por orden del fiscal Pedro Gallo, de la Unidad Fiscal de Homicidios I, se realizó una autopsia, que confirmó como causa de muerte un infarto agudo de miocardio, sin signos de violencia externa.
La Justicia analiza ahora testimonios, historial clínico, y podría revisar las cámaras del penal, para determinar si existió o no falta de atención en las horas previas al fallecimiento.
El caso generó fuerte preocupación entre organismos de derechos humanos y familiares, que piden que se esclarezcan las circunstancias de la muerte de la interna.